La muerte de una adolescente causó indignación en el municipio beniano de Rurrenabaque. Una mujer fue acusada del crimen fue capturada pero luego fue sacada de celdas policiales y puesta al cepo como práctica de justicia comunitaria.
Fueron varias horas de tensión que se vivieron el fin de semana en aquella población ya que un grupo de habitantes acusaron a la mujer del crimen de la adolescente de 16 años de edad que trabajaba como niñera.
Un juez determinó su detención preventiva en la cárcel de Trinidad, sin embargo, esa decisión generó protestas para que la acusada cumpla esa medida en Rurrenabaque.
En medio de las protestas, una turba rebasó a los uniformados, sacó a la fuerza de celdas policiales y fue trasladada hasta la zona denominada «La Tiyaya» donde se la sometió al cepo, un artefacto que se usa para la caza.
Bajo esa condición la mujer se encontró por varias horas hasta que llegó un grupo de militares del Regimiento de Infantería 36 “Soldado Santos Pariamo” que logró convencer a la multitud para que la liberen, la entreguen y permanezca en instalaciones militares hasta que dispongan autoridades judiciales.
