El juzgado de lo Penal número 30 de Madrid ha dictado sentencia este miércoles por la que se absuelve al periodista de ‘OK Diario’ Alejandro Entrambasaguas de la comisión de un delito de acoso perpetrado contra el que fuera vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias y de su pareja, la ministra de Igualdad, Irene Montero, que denunciaron los efectos de su comportamiento sobre sus hijos.
Además, la sentencia señala que el matrimonio no fue «sujeto pasivo del delito» y tampoco los hijos «quienes, con poco más un año en la fecha de los hechos, con toda seguridad eran ajenos a lo que ocurría a su alrededor y concretamente a las llamadas a la puerta o por teléfono que pudiera hacer el acusado».
Así, sin la denuncia de la cuidadora poco se puede hacer, pero es que aunque lo hubiera hecho, el resultado hubiera sido el mismo. Las cuatro visitas al domicilio y las cinco llamadas a la cuidadora no constituyen un delito de acoso, según la sentencia. Primero porque no se hicieron en horario inapropiado y ella nunca llamó a la policía. Además desplegó un absoluto «hermetismo» y no contestó nunca, no le dijo nada al periodista y, por lo tanto, no se puede saber si se sintió o no acosada, según el magistrado.
El juez entiende que la actuación del acusado que obligó a la cuidadora a cambiar los horarios y las rutinas de los pequeños hasta que dejó el trabajo por la situación que atravesaba «no constituyó un delito pues ni los actos en sí mismos, ni por la forma en que fueron ejecutados, ni por su número, ni por el lapso temporal en el que se realizaron permiten considerar la existencia de hostigamiento típico aunque los mismos generasen una inquietud muy relevante tanto a la cuidadora como a los padres de los menores. Fueron actos de muy poca entidad que no excedieron de la labor de periodista».
La resolución puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Madrid. En el juicio celebrado la pasada semana, Montero e Iglesias relataron que temieron por la seguridad de los niños porque no sabían hasta dónde llegaría el periodista procesado, y su comportamiento les obligó a cambiarlos de escuela infantil. Los hechos denunciados se produjeron entre noviembre y diciembre de 2019 y, por ellos, la Fiscalía solicitaba un año de cárcel para el periodista.
Por su parte, los letrados de la pareja solicitaban dos años de prisión para Entrambasaguas, el alejamiento del periodista con respecto a los menores y una indemnización de 10.000 euros por un delito de acoso a personas especialmente vulnerables por razón de su edad.
La denuncia exponía que el redactor llamó reiteradamente a la cuidadora de los pequeños, cuyo teléfono móvil consiguió a través de los vecinos, y también llamó de forma insistente al telefonillo de la vivienda donde estaban los pequeños. Además, entró en las zonas comunes de la urbanización en las que a veces estaban los pequeños «portando en alguna ocasión cámaras de grabación” y preguntando a los vecinos, incluso menores, usuarios de las zonas infantiles de la comunidad.
Por el momento, la única reacción se ha producido por medio de Twitter y ha sido de Pablo Echenique, quien ha señalado: «El juez David Yehiel ha sentenciado que un sicario ultraderechista disfrazado de periodista puede acosar bebés con total impunidad».
